El desaire de Samuel García al Congreso local durante su Cuarto Informe de Gobierno reavivó las tensiones entre el Poder Ejecutivo y Legislativo en Nuevo León. Por tercer año consecutivo, el gobernador no asistió a rendir cuentas ante los diputados, delegando la tarea a su secretario general, mientras los cuestionamientos por su falta de diálogo político crecían dentro y fuera del recinto.
Un Informe De Gobierno Sin Gobernador
En el Congreso del Estado, la escena fue simbólica: una curul vacía con el cartel “Reservado para el Gobernador” recordó a todos la ausencia del mandatario.
Por tercer año consecutivo, Samuel García optó por no presentarse a su informe. En su lugar, envió al secretario general de Gobierno, Miguel Flores, quien se limitó a entregar el documento oficial y retirarse sin participar en la sesión solemne.
“Ya cumplimos con la ley”, dijo antes de salir del recinto.
Mientras tanto, el gobernador concluía un evento en el Campo Policial de Fuerza Civil y, según su equipo, posteriormente sostuvo reuniones privadas en el Palacio de Gobierno.
La imagen de un Congreso vacío de su figura principal no pasó desapercibida. Legisladores y ciudadanos coincidieron: cumplir con la ley no basta cuando se evade la rendición de cuentas.
Reproches Y Desencanto Por El Desaire De Samuel García
La ausencia del gobernador encendió las críticas en el Congreso.
Diputadas y diputados de diversas fracciones calificaron el desaire de Samuel García como una muestra de desprecio institucional y falta de respeto hacia la ciudadanía.
Durante la sesión, se cuestionaron las promesas incumplidas en materia de movilidad, seguridad y abasto de agua, además de las contradicciones entre la propaganda oficial y la realidad del estado.
“Nuevo León está fuera de rumbo y de sensibilidad. La austeridad se quedó en discurso y la publicidad se volvió prioridad”, reprochó una legisladora.
Los reclamos coincidieron en un punto: la gestión del gobernador privilegia la autopromoción antes que los resultados.
La Política Del Eslogan “En Tiempo Y Forma”
En varios momentos, los diputados ironizaron sobre el lema institucional “En tiempo y forma”, con el que el gobierno de García presume orden y cumplimiento.
Aseguraron que detrás de la frase hay una brecha entre el discurso y los hechos.
“El informe podrá estar en tiempo y forma, pero la realidad de Nuevo León está fuera de rumbo”, expresó una representante.
Para la mayoría, la reiterada ausencia del mandatario demuestra una desconexión cada vez mayor con el Congreso y con los problemas del estado.
Nada como la eficiencia: el góber no fue al Congreso, pero mandó a su secretario “a cumplir con la ley”. Tal vez la próxima lo mande por paquetería exprés. En presencia y compromiso… seguimos esperando el “tiempo y forma” del que tanto habla.
— La Silla Regia (@silla_regia) October 16, 2025
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Un Gobernador De Redes, No De Pleno
Más allá del aspecto legal, la ausencia de García refleja un estilo de liderazgo centrado en la imagen pública y las redes sociales.
Mientras los diputados esperaban respuestas, el mandatario compartía en plataformas digitales actividades de su agenda cotidiana, lejos del debate legislativo.
El desaire de Samuel García fue interpretado por analistas como parte de una estrategia política: mantener distancia de la confrontación directa con el Congreso para evitar rendir cuentas sobre temas sensibles.
Sin embargo, esta estrategia tiene costos políticos: una creciente percepción de falta de compromiso institucional.
En redes sociales, ciudadanos criticaron la actitud del gobernador. Algunos ironizaron que “solo asiste a eventos donde hay cámaras y reflectores, no preguntas ni cuestionamientos.”

División Entre Los Diputados
No todos los legisladores coincidieron en las críticas.
Desde Movimiento Ciudadano, la diputada Melissa Peña defendió la gestión del Ejecutivo, señalando que Samuel García goza de una aprobación del 85% y ha impulsado proyectos de infraestructura relevantes.
Sin embargo, representantes de otros partidos y legisladores independientes, como Rocío Montalvo y María Guadalupe Rodríguez, cuestionaron la validez de esas cifras y pidieron acciones reales para enfrentar la crisis de movilidad y el deterioro ambiental.
“La gente no vive de encuestas, vive de resultados”, afirmaron durante la sesión.
El Congreso Señala Violación A La Constitución
Algunos diputados fueron más allá y aseguraron que el desaire de Samuel García podría interpretarse como una violación a la Constitución del Estado, que obliga al Ejecutivo a rendir su informe de forma personal.
Aunque el gobierno sostiene que la entrega del documento cumple con la ley, la oposición considera que el gobernador evade su responsabilidad política.
“El informe no es solo un trámite administrativo, es un ejercicio de rendición de cuentas. Dejar papeles en un escritorio no sustituye el diálogo democrático”, apuntó una legisladora desde tribuna.
Un Desaire De Samuel García Que Ya Es Costumbre
Con este nuevo episodio, el desaire de Samuel García deja de ser un hecho aislado y se convierte en una costumbre de su administración.
Desde 2021, el mandatario no ha asistido a ninguno de sus informes anuales, lo que ha profundizado la tensión con el Poder Legislativo.
Para los diputados críticos, esta práctica confirma una tendencia: un gobierno que prefiere los reflectores a los debates, y las redes sociales a la institucionalidad.
A pesar de las críticas, el Ejecutivo mantiene su postura: el informe fue entregado “en tiempo y forma”, aunque el Congreso y la ciudadanía sigan esperando algo más que documentos.
En Nuevo León, la frase “Reservado para el Gobernador” sigue sin ocupar su lugar.
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