Aunque ser alcanzado por un rayo parece un suceso poco probable, en Galeana, Nuevo León, la realidad ha demostrado lo contrario en los últimos años. En un lapso de apenas tres años, este municipio ha registrado cuatro muertes causadas por descargas eléctricas durante tormentas, una cifra que pone en alerta a las autoridades y a la comunidad.
El caso más reciente ocurrió el pasado martes 8 de julio, cuando una pareja perdió la vida tras ser impactada por un rayo mientras intentaba resguardarse de la lluvia. Las víctimas fueron identificadas como Óscar Martínez, de 61 años, y María del Consuelo Cabrales, de 44. Ambos viajaban en motocicleta y decidieron detenerse para protegerse bajo una palma ubicada en una brecha del Ejido San José de Raíces, en el kilómetro 120 de la Carretera 57.
Tras ser reportados como desaparecidos, las autoridades realizaron una búsqueda que concluyó con el hallazgo de sus cuerpos sin vida, junto a la motocicleta en la que se transportaban. La tragedia sacudió a la comunidad, que lamentó la pérdida de dos personas conocidas y queridas en la región.
Otro caso similar de 2022 en Galeana
El municipio de Galeana ya había vivido una tragedia similar en julio de 2022, cuando un hombre y su caballo fallecieron tras recibir el impacto de un rayo. El jinete, cuyo nombre no fue revelado públicamente, se encontraba montando en la comunidad de El Salero durante una noche de lluvia intensa.
Vecinos de la zona encontraron los cuerpos del hombre y el animal tendidos en el suelo y dieron aviso a la Policía Municipal. Al llegar al lugar, los oficiales constataron que el hombre presentaba una quemadura grave en la cabeza, mientras que el caballo tenía lesiones visibles a lo largo de su espinazo.
Estos dos casos recientes tienen un factor en común: las víctimas estaban al aire libre en terrenos abiertos, lo que aumentó significativamente el riesgo de ser alcanzados por un rayo. La costumbre de buscar refugio bajo árboles o palmas durante tormentas eléctricas, aunque parece una medida segura, en realidad puede convertirse en una trampa mortal debido a la alta probabilidad de que estos elementos atraigan las descargas.
Datos y estadísticas que preocupan
De acuerdo con los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés), la probabilidad de que una persona sea impactada por un rayo en un año determinado es de aproximadamente 1 en 500,000. Sin embargo, esta cifra se ve alterada por factores como el clima, las actividades realizadas y la geografía del lugar.
En el caso de Galeana, el patrón de tormentas frecuentes durante el verano, especialmente en julio, y la actividad agrícola de la región podrían explicar por qué las cifras de muertes por rayos parecen superar la estadística nacional. Los CDC señalan que las ocupaciones más afectadas son aquellas relacionadas con la construcción y los trabajos agropecuarios, actividades que suelen realizarse en espacios abiertos y con poca protección.
Además, la mayoría de los impactos fatales ocurren en el horario vespertino o poco antes del anochecer, cuando muchas personas siguen realizando labores en el campo o se trasladan a sus hogares. Las autoridades insisten en la importancia de suspender actividades al aire libre ante cualquier indicio de tormenta y buscar refugio en estructuras cerradas y seguras.
El fenómeno de los rayos no solo es peligroso por el impacto directo, sino también por las consecuencias colaterales que pueden provocar. Por ejemplo, las descargas pueden ocasionar incendios, lesiones severas en los órganos internos y, en algunos casos, afectaciones psicológicas profundas en sobrevivientes y familiares.
Precauciones y recomendaciones en Galeana
Expertos en meteorología y protección civil coinciden en que la mejor forma de evitar tragedias por rayos es la prevención. Las recomendaciones básicas incluyen no buscar refugio bajo árboles o palmas, alejarse de estructuras metálicas, evitar cuerpos de agua y suspender cualquier actividad al aire libre cuando se detecten relámpagos o se escuchen truenos.
El llamado a la población es claro: ningún compromiso o tarea justifica arriesgar la vida durante una tormenta eléctrica. La educación y la concientización son herramientas clave para reducir estos incidentes. Los programas de difusión de Protección Civil y las alertas meteorológicas se convierten en aliados fundamentales para que las personas tomen decisiones informadas y seguras.
En el caso de Galeana, la comunidad se encuentra consternada por la serie de eventos fatales que han marcado los últimos tres años. Autoridades municipales y estatales han reiterado la importancia de seguir los protocolos de seguridad y han prometido reforzar las campañas informativas, especialmente en comunidades rurales donde la cultura de prevención puede ser más limitada.
Además, se busca implementar medidas adicionales como la instalación de sistemas de alerta temprana, capacitación a los habitantes en primeros auxilios y la creación de refugios seguros en puntos estratégicos del municipio.
La historia de Óscar Martínez, María del Consuelo Cabrales y el jinete anónimo de 2022 son recordatorios dolorosos de que la naturaleza no debe subestimarse. Las condiciones climáticas extremas, aunque infrecuentes, pueden cobrarse vidas si no se toman las precauciones adecuadas.
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