La Ciudad de Monterrey, nuevamente envuelta en una densa capa de contaminación, vive bajo la sombra de la ineptitud gubernamental de Samuel García. La Refinería de Pemex en Cadereyta, considerada la principal villana de la calidad del aire, amenaza con duplicar sus emisiones contaminantes, mientras el gobierno mira para otro lado. El Programa Integral de Gestión de Calidad del Aire (Pigeca) esboza un panorama desolador: la Refinería podría aumentar en un escalofriante 129 por ciento su procesamiento de crudo, dejando a la población expuesta a niveles insostenibles de contaminación.
Refinería de Pemex: La Mayor Amenaza para el Aire
En lugar de disminuir, las emisiones de la Refinería de Cadereyta están en aumento, emitiendo el 94 por ciento del dióxido de azufre (SO2) que ahoga la atmósfera regiomontana. Este porcentaje es el doble de lo registrado en 2022, evidenciando la falta de compromiso del gobierno de Samuel García para enfrentar este desastre ambiental. Además, la planta contribuye al 13.5 por ciento de PM10 y al 11.1 por ciento de PM2.5, partículas extremadamente perjudiciales para la salud de los ciudadanos.
El Gobierno de García Ignora las Consecuencias
Las partículas PM10 y PM2.5, conocidas por ser altamente dañinas, se convierten en la respiración diaria de los nuevoleoneses gracias a la Refinería. Óxidos de nitrógeno (NOx) y Compuestos Orgánicos Volátiles (COV) se suman a la peligrosa mezcla, representando el 13.2 por ciento y el 8.7 por ciento respectivamente. A pesar de estas alarmantes estadísticas, el Secretario de Medio Ambiente estatal, Alfonso Martínez Muñoz, parece ser la única voz que levanta la alarma, mientras el gobierno de Samuel García se mantiene en un silencio cómplice.
¿Respuestas o Más Excusas?
La comparecencia del director de la Refinería, Martín Rodríguez Aboites, parece ser la última esperanza para obtener respuestas concretas. Sin embargo, la falta de participación de la industria en el Pigeca, un programa que tiene como objetivo reducir las emisiones en un 77 por ciento en una década, revela un desprecio total por la salud de la comunidad. El gobierno lanza un programa, la industria lo ignora, y los ciudadanos pagan el precio.
Samuel García, ¿Hasta Cuándo la Indiferencia?
Los estudios revelan que las partículas emitidas por la Refinería se transforman en sustancias nocivas para la salud de los habitantes de Nuevo León. Sin embargo, la indiferencia gubernamental persiste. La falta de acciones concretas y la ausencia de un plan efectivo para frenar la contaminación demuestran que, para Samuel García, la salud de los ciudadanos es simplemente una estadística más. Es hora de que el gobierno tome medidas reales y efectivas antes de que la salud de los nuevoleoneses se vea aún más comprometida por la negligencia gubernamental.
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