El Trenazo con Ruta 120 ocurrido en el año 2000 volvió a ser recordado este día en Santa Catarina en la avenida Cuauhtémoc. A 25 años del accidente, familiares de las víctimas y defensores del transporte público realizaron una misa en el lugar del siniestro. El acto buscó mantener viva la memoria de las 16 personas fallecidas y subrayar la necesidad de no repetir errores ligados a la negligencia vial en cruces ferroviarios.
Una Misa Para No Olvidar La Tragedia
La ceremonia religiosa se realizó en el cruce de la Avenida Cuauhtémoc y la Vía a México, sitio exacto donde ocurrió el accidente. Desde temprano, integrantes de la Alianza de Usuarios de Transporte Público se reunieron con un sacerdote para rendir homenaje a las víctimas.
Durante la misa, se recordó que el Trenazo con Ruta 120 marcó un antes y un después en la discusión sobre seguridad en el transporte urbano. Para los asistentes, el paso del tiempo no borra la gravedad de lo ocurrido ni la responsabilidad institucional.
El evento tuvo un carácter sobrio. No se trató solo de un acto religioso, sino de un recordatorio público sobre la importancia de la prevención y la vigilancia en cruces de alto riesgo.
Usuarios Exigen Memoria Y Seguridad Permanente
Jaime Noyola, integrante de la Alianza de Usuarios de Transporte Público, señaló que una tragedia de esta magnitud no debe perdonarse ni olvidarse. Para él, mantener viva la memoria es una forma de exigir cambios reales.
Durante su intervención, afirmó que ningún fallecimiento debe considerarse un daño colateral del transporte urbano. También señaló que los usuarios siguen sin recibir el reconocimiento que merecen dentro del sistema de movilidad.
El Trenazo con Ruta 120, dijo, representa una deuda histórica con quienes perdieron la vida y con quienes aún utilizan rutas que cruzan vías ferroviarias sin las condiciones adecuadas de seguridad.

Trenazo Con Ruta 120 Y Lecciones A 25 Años
Un Cruce Que Hoy Sí Funciona, Pero Llega Tarde
Al inicio de la misa, un ferrocarril cruzó por la zona. El momento fue simbólico. A diferencia de otros puntos de la ciudad, en este cruce las plumas y las alarmas sonoras y visuales funcionan correctamente.
Los asistentes constataron que el sistema opera sin fallas. Para algunos, esto demuestra que la tecnología y la prevención sí son posibles cuando existe voluntad. Para otros, es una corrección que llegó demasiado tarde.
Jaime Noyola comentó que sería inadmisible que, después de una tragedia así, el cruce no contara con las medidas mínimas de seguridad. El funcionamiento actual, aunque necesario, no repara el daño causado.
A la misa también acudió personal de la Comisión Estatal de Derechos Humanos. Su presencia reforzó el carácter simbólico del acto y el llamado a no repetir omisiones del pasado.

Oficiaron Ceremonia En Conmemoración
El sacerdote Ricardo Rosales Rivera fue el encargado de oficiar la ceremonia. Durante su mensaje, se habló de memoria, justicia y responsabilidad colectiva. La misa concluyó con un llamado a no olvidar y a mantener viva la exigencia de seguridad.
Para los asistentes, no importa cuántas personas acudan año con año. Lo relevante es dejar una semilla de conciencia. El Trenazo con Ruta 120 sigue siendo un recordatorio de lo que ocurre cuando la prevención falla y la negligencia se normaliza.
Array










