Recientemente, un análisis detallado de contratos y documentos revela una red de conexiones en el ámbito empresarial de Nuevo León. Esto plantea preguntas sobre cómo se entrelazan los negocios con la administración de Samuel García y qué implicaciones podría tener para la transparencia en el manejo de recursos públicos.
Pagos significativos a la firma legal de Samuel García y su padre
Hasta la fecha, se han registrado pagos por un total de 128.3 millones de pesos a la firma legal que comparten el Gobernador Samuel García y su padre, Samuel García Mascorro. Estos pagos comenzaron poco después de que el Gobierno del estado asignara un importante proyecto de construcción de líneas del Metro a una constructora internacional.
El contrato fue firmado en octubre de 2022, y desde entonces se han encendido alarmas sobre la relación entre el Gobierno y estas empresas. Lo que despierta inquietudes es la imparcialidad en los procesos de licitación y la posible falta de transparencia en las decisiones gubernamentales.
El terreno de la discordia
El grupo empresarial en cuestión atrajo la atención pública cuando se reveló que Samuel García había adquirido un terreno de 17.6 hectáreas en una de las zonas más exclusivas de San Pedro. Esta esta propiedad esta valuada en más de 700 millones de pesos, lo que ha generado un gran revuelo en la opinión pública y ha llevado a cuestionar la legitimidad de la operación.
Aunque el Gobernador defendió la compra alegando que no fue una compra común, sino una compensación por deudas que el grupo empresarial había acumulado desde 2005 con la misma firma legal. Sin embargo, esta explicación ha dejado muchas dudas en la ciudadanía, especialmente considerando el contexto de las relaciones financieras ya mencionadas.
Vínculos con el proyecto del Metro
Los registros fiscales muestran que una de las empresas vinculadas realizó un pago de 142.3 millones de pesos a la firma del Samuel García por servicios que, aparentemente, no tienen relación con el ámbito legal. Estos pagos coinciden con los realizados por otra empresa a la misma firma, lo que lleva a cuestionar si realmente se están cumpliendo las normativas y si hay algún tipo de irregularidad en estas transacciones.
Además, investigación también ha revelado que esta empresa recibió 30.7 millones de pesos de la firma que se asoció con la constructora, lo que refuerza la percepción de que hay una red de financiamiento poco clara que podría estar afectando la transparencia en la administración pública.
Array