El ciberacoso en Nuevo León está alcanzando niveles alarmantes, y las señales de advertencia no pueden ser ignoradas. Las estadísticas revelan una situación preocupante: uno de cada cinco menores en la región tiene contacto con pedófilos o depredadores sexuales en línea. Sin embargo, solo el 25% de las víctimas se atreven a comunicar estas agresiones a sus padres o tutores, según datos de la Asociación Mexicana de Internet.
Este fenómeno no solo afecta la salud mental y emocional de las víctimas, sino que también refleja una falta de acción por parte de las autoridades y una preocupante indiferencia por parte de la sociedad en general. Mientras los casos de ciberacoso continúan en aumento, el gobierno de Movimiento Ciudadano en Nuevo León ha optado por el silencio y la inacción. Esta postura deja a las víctimas desamparadas, sin protección ni apoyo.
La situación se agrava aún más al considerar que Nuevo León es el estado con el mayor tiempo de conexión en línea a nivel nacional, con las víctimas de ciberacoso pasando hasta 7.3 horas diarias en internet. Además, es el tercer estado con más hogares conectados a la red, según datos del INEGI.
Organizaciones de la sociedad civil, como Educando en Red A.C., Monstritos A.C., Club de Niños y Niñas de Nuevo León ABP, y Protege tu Corazón A.C., han estado trabajando arduamente para visibilizar esta problemática. Sin embargo, sus esfuerzos no pueden sustituir la responsabilidad del gobierno y la sociedad en su conjunto.
La falta de una legislación adecuada en materia de ciberacoso agrava la situación. A pesar de que la Policía Cibernética de Nuevo León recibe en promedio 12 reportes diarios por presunta vulneración de derechos de infancias y adolescencias, el estado aún no ha tipificado el “grooming” o el “sexting” contra menores en su Código Penal Estatal.
Fernando Velázquez, experto en prevención de la violencia en el ciberespacio de la Universidad Autónoma de Nuevo León, subraya la urgencia de fortalecer el marco legal y las capacidades de denuncia en el estado. Propuestas legislativas anteriores han sido ignoradas, lo que pone de manifiesto la falta de voluntad política para abordar este problema de manera efectiva.
Es fundamental que como sociedad reconozcamos los riesgos del ciberacoso y tomemos medidas concretas para proteger a nuestras infancias y adolescencias. Esto incluye supervisar su uso de internet, establecer reglas y límites claros, y fomentar una cultura de denuncia y apoyo.
Iniciativas como Te Protejo México, que permite a la ciudadanía reportar de manera anónima el abuso y la explotación sexual de menores en línea, son pasos en la dirección correcta. Sin embargo, se necesitan acciones más amplias y coordinadas para abordar de manera efectiva esta crisis.
El tiempo de la inacción ha pasado. Es hora de que las autoridades en Nuevo León y la sociedad en su conjunto tomen medidas concretas para proteger a las víctimas de ciberacoso y prevenir futuros casos. El futuro de nuestras infancias y adolescencias está en juego, y no podemos permitir que la indiferencia y la negligencia continúen dominando la respuesta a esta urgente problemática.