Además de calor, sequía, incendios y asesinatos diarios, Nuevo León arde en otra área: el clima político se encuentra en crisis de intereses, donde Samuel García se empeña en agredir a la opresión más que en gobernar.
Con este mandado parece que ni el pan, ni el circo para el pueblo. Samuel García se ha encargado de crear un clima político altamente inestable, a la par de demostrar que no conoce la función real de un gobernador. No sólo estamos hundidos en crisis medioambientales, hídricas, de inseguridad y de transporte, sino que parece que el Góber se puso a la tarea de inaugurar una nueva crisis política.
Nuevo León no necesita más inversión extranjera ni más industrias, pero parece que es la única habilidad de Samuel, junto a su compra impulsiva de aeronaves. Estamos tupidos de amparos, tenemos una cantidad exagerada de visitas a la Suprema Corte, y leyes que, por no ser del agrado del Góber, no las publica y no son aprobadas. En el Nuevo León de Movimiento Ciudadano sólo se hace lo que Samuel quiere, y hoy en día parece que lo que Samuel quiere es ignorar y silenciar al pueblo. ¡EXIGIMOS TENER UN GOBERNADOR QUE ABOGUE POR NOSOTROS, NO POR HELICÓPTEROS NI EMPRESAS EXTRANJERAS!
