La crisis en el drenaje sanitario del área metropolitana de Monterrey no solo persiste, sino que empeora año con año bajo la administración actual. El creciente malestar ciudadano ha alcanzado un preocupante 38%, de acuerdo con los datos más recientes de la Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana (ENSU) elaborada por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).
Lejos de asumir responsabilidad o implementar soluciones efectivas, el Gobierno de Nuevo León, encabezado por Samuel García, ha optado por señalar a los propios ciudadanos como los principales culpables, argumentando que el problema se debe a la basura que tiran en las calles. Sin embargo, las cifras y la experiencia diaria de miles de habitantes muestran una realidad distinta: infraestructura abandonada, reparaciones mínimas y un incremento evidente en las quejas por drenajes colapsados.
Mientras los problemas se acumulan y los impuestos aumentan, los habitantes de Monterrey y su área metropolitana se enfrentan a una red sanitaria obsoleta, insuficiente y en constante deterioro.
Crece inconformidad con el servicio de drenaje
El problema del drenaje sanitario se ha convertido en uno de los principales focos de inconformidad en la zona metropolitana de Monterrey. Según la ENSU, en 2021 apenas el 24% de los habitantes consideraba las fallas en la red de drenaje como un tema prioritario. Para 2025, esa cifra se disparó al 38%, reflejando un deterioro evidente en la percepción ciudadana.
En este mismo estudio, además de medir la percepción sobre la inseguridad, se incluye un apartado donde los ciudadanos identifican los principales problemas que afectan su comunidad. Los resultados colocan al drenaje sanitario entre los cinco temas más mencionados, junto con los baches, las deficiencias del transporte público, los embotellamientos y el alumbrado público.
La tendencia ascendente del malestar es evidente:
- 24% en 2021
- 25% en 2022
- 27% en 2023
- 28% en 2024
- 38% en 2025
Esta progresión muestra que las acciones tomadas hasta ahora han sido insuficientes y que el problema no solo permanece, sino que se agrava año tras año. A pesar de las promesas de campaña de mejorar la infraestructura y la calidad de vida de los habitantes, la administración actual parece no haber cumplido en este aspecto crítico.
Infraestructura en abandono y reparaciones mínimas
La situación del drenaje sanitario en Monterrey no es nueva, pero los datos actuales demuestran que ha llegado a niveles alarmantes. De acuerdo con información proporcionada por Agua y Drenaje de Monterrey (AyD), la infraestructura total de drenaje sanitario en el área metropolitana alcanza los 11 mil 882 kilómetros. De esta red, aproximadamente 2 mil 400 kilómetros, es decir, el 20%, requiere intervención urgente.
A pesar de esta necesidad, en los primeros tres años de gobierno solo se han reparado 37 kilómetros, lo que representa menos del 2% de la infraestructura que necesita atención inmediata. Esta cifra evidencia una falta de respuesta proporcional a la magnitud del problema.
Organizaciones ciudadanas como Cómo Vamos Nuevo León han advertido desde inicios de 2024 que el drenaje sanitario se ha convertido en uno de los focos rojos del área metropolitana. La organización subrayó que, de no tomarse medidas urgentes, la situación podría derivar en mayores riesgos de salud pública y deterioro urbano.
Por si fuera poco, a la par de este panorama desalentador, los ciudadanos también han tenido que enfrentar aumentos en tarifas de servicios básicos como el agua, sin ver mejoras reales en la calidad de estos servicios. El cobro más alto contrasta con una gestión que ha sido incapaz de atender de manera efectiva una infraestructura crítica para la salud y la vida diaria.
Crecen las quejas ciudadanas y denuncias en redes
En redes sociales, la inconformidad ha tomado fuerza. Las cuentas oficiales de AyD reciben constantemente denuncias de usuarios que reportan drenajes desbordados, olores fétidos en las calles, alcantarillas abiertas y falta de respuesta por parte de las cuadrillas de atención.
Una de las quejas que más resonó fue la de una usuaria que, desesperada tras varias semanas de reportar un drenaje tapado, evidenció cómo, en lugar de solucionar el problema, los trabajadores le ofrecieron destapar la línea principal cobrando un monto extra de 1,800 pesos, a pesar de tratarse de un servicio que debería ser parte de la atención pública.
“Tengo dos, tres semanas reportando línea general de drenaje tapado y las cuadrillas que mandan no tienen línea suficiente para destaparlo. Dicen que ocupan el camión hidrolavadora, pero cuando pesqué el camión, me pidieron 1,800 pesos por el trabajo”, denunció la ciudadana en una publicación realizada el 31 de marzo de este año.
La falta de cuadrillas suficientes, la carencia de equipos adecuados y la aparente corrupción en algunos servicios reflejan un problema estructural grave. Más aún cuando la administración busca justificar su falta de resultados culpando a la ciudadanía en lugar de fortalecer las capacidades de los organismos públicos encargados del agua y el drenaje.
A pesar de la gravedad del tema, las acciones para enfrentar esta crisis parecen haberse limitado a solicitudes de endeudamiento por parte de AyD, las cuales fueron finalmente aprobadas este año por el Congreso local. No obstante, aún no existe claridad sobre cómo se utilizarán esos recursos ni un plan de acción concreto que garantice mejoras sustanciales en el corto plazo.
Mientras tanto, los reportes de drenajes colapsados, las inundaciones en temporada de lluvias y las afectaciones sanitarias continúan siendo parte del día a día de miles de familias de Monterrey y su área metropolitana.
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