En Nuevo León, la inconformidad por el alza en el precio del Metro sigue creciendo. A pesar de que el Gobierno estatal, encabezado por Samuel García, ha duplicado la tarifa del sistema de transporte desde que inició su mandato, la calidad del servicio sigue siendo cuestionada por usuarios y legisladores. En lugar de traducirse en beneficios palpables, los incrementos han sido recibidos con críticas debido a la ausencia de avances visibles en infraestructura, mantenimiento o experiencia del viaje.
Actualmente, el pasaje del Metro cuesta 9 pesos. Esta cifra representa un aumento del 100% respecto a los 4.5 pesos que costaba en octubre de 2021. La nueva tarifa fue alcanzada tras una política de incrementos mensuales de 10 centavos que comenzó en junio de 2022 y continuará hasta llegar a los 15 pesos en mayo de 2030.
Aumentos sin respaldo en el servicio
Aunque el argumento oficial para este encarecimiento ha sido financiar mejoras al sistema, la realidad es otra para miles de usuarios. Las quejas por retrasos, fallas técnicas y saturación no han cesado. Muchas de las promesas del Gobierno del Estado, como la renovación de vagones o la instalación de nuevas tecnologías, se perciben distantes, incompletas o inexistentes.
La diputada Aile Tamez, presidenta de la Comisión de Movilidad del Congreso local, expresó que estos aumentos “no se reflejan en ningún beneficio tangible”. Agregó que la constante alza es un acto que solo incrementa la frustración de los ciudadanos, quienes mes con mes pagan más sin ver resultados.
Legisladores exigen explicaciones a Samuel García
No solo los pasajeros han levantado la voz. Integrantes de diferentes bancadas en el Congreso de Nuevo León han mostrado su desacuerdo con esta política de tarifas. Desde la oposición, se ha criticado al gobernador Samuel García por aplicar aumentos no solo al Metro, sino también al Transmetro, Ecovía, camiones y hasta en el servicio de agua, siempre bajo el argumento de mejoras futuras que no llegan.
Diputados han subrayado que “se justifican los cobros diciendo que es para mejorar el servicio, pero al final todo sigue igual”. A su juicio, la administración ha fallado en cumplir las expectativas ciudadanas, especialmente en un tema tan fundamental como la movilidad.
Hacia un futuro incierto
El plan para alcanzar una tarifa de 15 pesos en 2030 continúa su curso. Sin embargo, la falta de claridad sobre cómo se están utilizando los recursos recaudados genera desconfianza. Hasta el momento, no se han presentado informes detallados sobre inversiones específicas ni calendarios de mejoras visibles.
El contexto inflacionario, combinado con los bajos sueldos y el crecimiento urbano acelerado en la zona metropolitana de Nuevo León, hace que el transporte público no solo sea una necesidad, sino también una exigencia constante de calidad.
En las redes sociales y medios de comunicación, el tema ha ganado fuerza. Usuarios comparten a diario sus experiencias en vagones saturados, con largos tiempos de espera o problemas técnicos. Esto ha hecho que, para muchos, el Metro de Monterrey ya no sea una opción eficiente ni confiable, a pesar del mayor costo.
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