Aunque el Gobierno estatal insiste en presumirla como parte de una red vial moderna, la Carretera a Colombia, también conocida como la 001 Norte, sigue siendo motivo de preocupación para quienes transitan por ella. A lo largo de casi 200 kilómetros, entre los municipios de Salinas Victoria y Anáhuac, los problemas abundan: pavimento dañado, baches profundos, zonas sin señalización y obras inconclusas.
La ruta, clave para la conectividad del norte de Nuevo León, se ha convertido en un sinónimo de abandono institucional. A pesar del discurso oficial, los testimonios ciudadanos pintan un panorama muy distinto: una vialidad llena de riesgos, costos crecientes y omisiones sistemáticas.
Más de 180 kilómetros con fallas
Los reportes de deterioro en la carretera no son nuevos. Transportistas, habitantes locales y conductores frecuentes han señalado durante meses que la vía está en condiciones peligrosas. La falta de atención en más de 180 kilómetros ha provocado desde accidentes menores hasta daños severos a vehículos.
En varios tramos, la ausencia de acotamientos y de iluminación agrava el problema, especialmente durante las noches o en condiciones de lluvia. Algunos segmentos solo cuentan con un carril funcional, lo que obliga a compartir espacio con el tráfico en ambos sentidos. En puntos específicos, los automovilistas deben optar por brechas de terracería para evitar dañar sus unidades.
Vecinos de comunidades cercanas también se han visto afectados. Para ellos, esta vía representa el acceso a escuelas, hospitales y centros de trabajo. La situación actual, aseguran, limita su movilidad y los expone a constantes peligros.
Tramos clave de la Carretera a Colombia siguen sin ser atendidos, pese a que el Gobierno de Samuel la promociona como moderna. Más de 180 km muestran baches, pavimento dañado y falta de señalización. 🛑
— La Silla Regia (@silla_regia) June 16, 2025
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Gobierno presume una carretera “moderna”
En contraste con la evidencia en campo, el Gobierno estatal —encabezado por Samuel García— ha insistido en catalogar la carretera como parte de su “infraestructura de primer nivel”. En diversos mensajes públicos, el Ejecutivo ha señalado que la “001 Norte” forma parte de su estrategia de movilidad moderna para el estado.
Sin embargo, esa narrativa ha sido duramente cuestionada. El cambio de nombre de “Carretera a Colombia” a “001 Norte” ha sido interpretado como un intento de lavado de imagen, más que una acción real de mejora. Para los ciudadanos, no importa cómo se llame: lo que realmente necesitan es una carretera segura, funcional y bien mantenida.
Los trabajos anunciados por el gobierno solo han intervenido tramos menores, principalmente los más visibles, mientras que el resto permanece en el olvido. Incluso cerca de instalaciones estratégicas como el Campo Policial 4 de Fuerza Civil, los daños son evidentes y el tránsito se ve afectado por terracería improvisada y zonas sin pavimentar.
Ciudadanía exige soluciones reales
El deterioro de esta vía ha despertado molestia y frustración entre la población. Organizaciones civiles, usuarios frecuentes y líderes locales han expresado su inconformidad por la falta de resultados concretos. A pesar de que la carretera conecta regiones con actividad comercial importante, el abandono sigue siendo la norma.
“Es muy fácil cambiarle el nombre, pero eso no arregla los baches ni evita los accidentes”, señaló un vecino del municipio de Lampazos. “Lo que necesitamos es inversión, no discursos”.
Las quejas también han llegado a redes sociales, donde se han compartido imágenes y videos que muestran el mal estado de la vialidad. La comunidad digital ha denunciado que, mientras el gobierno difunde avances en obras urbanas y carreteras nuevas, ignora aquellas que ya existen y que requieren atención urgente.
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