Un oso fue captado en el patio de una vivienda en Santa Catarina, generando la movilización inmediata de cuerpos de emergencia municipales. El incidente, ocurrido la mañana del martes 10 de junio en la colonia Montenegro, no dejó personas lesionadas, pero volvió a poner sobre la mesa un fenómeno que ha ido en aumento en Nuevo León: la presencia cada vez más frecuente de osos en zonas urbanas.
Protección Civil del municipio atendió el reporte tras recibir una llamada vecinal, confirmando la presencia del ejemplar en la calle Monte S. Elías. Al identificar que se trataba de un osezno, es decir, un oso en etapa juvenil, se solicitó el apoyo del personal especializado de Parques y Vida Silvestre de Nuevo León, quienes llegaron al lugar con el objetivo de tranquilizar al animal y reubicarlo a un entorno más seguro, tanto para él como para las personas.
Este tipo de casos ya no son aislados. En los últimos años, los encuentros entre humanos y osos han aumentado de forma considerable, al punto que las autoridades han desarrollado protocolos especiales para su manejo. Las imágenes del oso en esta vivienda rápidamente se difundieron en redes sociales, despertando comentarios tanto de asombro como de preocupación por la convivencia cada vez más cercana entre fauna silvestre y comunidades urbanas.
Avistamientos van en aumento
De acuerdo con cifras oficiales, Nuevo León ha registrado 196 avistamientos de osos en lo que va del 2024. Esta cifra, recopilada por Protección Civil estatal y Parques y Vida Silvestre, da cuenta de un fenómeno creciente que se ha extendido desde las zonas montañosas hasta áreas más urbanizadas.
Los puntos con mayor número de reportes incluyen el sur de San Pedro Garza García y Monterrey, así como zonas céntricas de Santiago y comunidades rurales como Villaldama, Bustamante y Cerralvo. El incremento ha generado inquietud entre la población, que cada vez con más frecuencia encuentra a estos animales en patios, calles o incluso cerca de centros comerciales y escuelas.
Según expertos, este patrón responde a varios factores: desde la expansión de zonas habitacionales en los hábitats naturales de los osos, hasta el cambio climático, que ha modificado los patrones de alimentación y desplazamiento de muchas especies. La búsqueda de alimento en lugares donde hay fácil acceso a basura o comida ha hecho que estos animales se acostumbren a los entornos urbanos.
En este sentido, las autoridades han insistido en que la interacción directa con los osos representa un riesgo, tanto para las personas como para los propios animales. “Aunque suelen mostrarse tranquilos, los osos son animales silvestres que pueden reaccionar si se sienten amenazados”, indicó Erick Cavazos, director de Protección Civil de Nuevo León.
Recomendaciones y medidas preventivas
Erick Cavazos también ha enfatizado la importancia de no alimentar a los osos en ningún contexto. Aunque pueda parecer un gesto inofensivo o incluso compasivo, darle comida a estos animales provoca cambios en su comportamiento natural, volviéndolos dependientes de las fuentes urbanas de alimento. Esto aumenta su presencia en zonas habitadas y, en consecuencia, el riesgo de incidentes.
“No les cambiemos su hábito de alimentación, no les demos comida ni agua. Ellos deben buscarla por sí mismos. Hay que aprender a coexistir con ellos sin intervenir en su proceso natural”, señaló Cavazos en una entrevista anterior. Además, recomendó que si una persona se encuentra con un oso, debe mantener la calma, evitar hacer movimientos bruscos o intentar acercarse, y reportar el avistamiento a las autoridades correspondientes.
La coexistencia pacífica entre la ciudadanía y la fauna silvestre también pasa por el diseño urbano y el manejo de residuos. Por ello, Parques y Vida Silvestre de Nuevo León ha propuesto la implementación de contenedores especiales de basura fuera de las casas. Estos recipientes estarían diseñados para impedir que los osos puedan acceder fácilmente a los residuos, reduciendo así su motivación para volver a esas zonas.
Estas recomendaciones no son nuevas, pero su aplicación sigue siendo limitada. En muchos sectores urbanos de la zona metropolitana, la basura es depositada en bolsas abiertas o contenedores comunes, lo que facilita el acceso de animales como osos, mapaches o perros callejeros a restos de comida. Esto no solo representa un problema de salud pública, sino que refuerza la presencia de fauna silvestre en espacios donde debería ser excepcional.
Convivencia y conciencia ambiental
El caso del oso en Santa Catarina no solo refleja una situación puntual, sino una realidad que exige mayor conciencia colectiva. La aparición de osos en zonas habitadas está ligada directamente al avance urbano en zonas cercanas a la Sierra Madre Oriental, una región que históricamente ha sido hogar de diversas especies protegidas.
A medida que la ciudad crece, también lo hace el conflicto entre desarrollo y conservación. Las autoridades han reiterado que si bien no se busca frenar el crecimiento urbano, sí se deben considerar políticas que mitiguen el impacto ambiental y reduzcan los riesgos tanto para la población como para los animales.
Los osos negros (especie común en la región) son protegidos por la legislación ambiental mexicana, lo que implica que su caza, maltrato o muerte está penada por la ley. No obstante, la mayoría de las personas aún desconoce cómo actuar frente a estos encuentros. Las campañas de información son clave para fomentar una cultura de respeto y precaución.
A largo plazo, se requiere también una mayor inversión en conservación y monitoreo de las rutas de desplazamiento de fauna, además del fortalecimiento de las capacidades de reacción de cuerpos como Protección Civil y Parques y Vida Silvestre. La colaboración entre gobierno, sociedad y expertos será fundamental para evitar que estas situaciones escalen.
La aparición de un oso en un patio residencial, como ocurrió esta semana en Santa Catarina, debe entenderse como una señal de que el equilibrio entre el entorno natural y urbano está cambiando. La clave estará en cómo respondamos a estos cambios: con respeto, prevención y educación.
Array