La estrategia de Samuel García de los últimos tres años ha sido calificado por transportistas como un desastre administrativo que fracasó en mejorar el servicio.
El esquema de pago por kilómetro recorrido, adoptado hace casi tres años, fue finalmente abandonado por la administración estatal. Aunque se planteó como una solución moderna y eficiente, transportistas denuncian que fue mal ejecutado, mal financiado y que generó más problemas que soluciones.
Con el regreso al pago por pasajero, los empresarios del sector no celebran un cambio, sino que alertan: la crisis no ha terminado. Y si no se toman decisiones firmes sobre subsidios y tarifas, el servicio podría desplomarse aún más.
Empresarios denuncian quiebra y abandono
De forma contundente, diversos transportistas señalaron que el gobierno estatal no escuchó las advertencias del sector. Lo que siguió, aseguran, fue la desaparición de empresas, incumplimientos en pagos y una creciente incapacidad para mantener en funcionamiento rutas esenciales.
“Ha sido una devastación. Muchas empresas con décadas de operación ya no existen”, afirmó uno de ellos, bajo condición de anonimato. “Nos empujaron a un modelo que ellos mismos no sabían cómo operar, y al final fuimos los únicos que perdimos”.
A esta denuncia se suma el malestar por las tarifas congeladas, que no se ajustaron a los costos reales del servicio. “Es imposible mantener unidades funcionando con tarifas de hace años. Y ahora, con este nuevo esquema, si no se ajustan los precios, el sistema colapsa”.
Usuarios sufren fracaso de estrategia de Samuel García
Mientras los transportistas enfrentan pérdidas económicas, la ciudadanía sufre las consecuencias del mal diseño de políticas públicas. Paradas saturadas, tiempos de espera prolongados y recorridos cada vez más limitados se han vuelto parte del día a día.
Una de las críticas más duras fue que el modelo por kilómetro nunca tuvo como prioridad la mejora en la calidad del servicio, sino que se implementó como una medida de control financiero, sin estructura ni visión a largo plazo.
“Si se contaran las horas que pierden los usuarios por culpa del transporte deficiente, el daño sería incalculable”, expresó otro operador. “Esto no fue un error técnico: fue una decisión política mal planeada”.
Transportistas de NL acusan al Estado de destrozar el sistema de transporte con esquema de pago por kilómetro recorrido, que fue un fracaso.#Entérate https://t.co/CMBlqxt4nT
— EL NORTE (@elnorte) June 25, 2025
Cambio urgente, pero con condiciones
El nuevo esquema de pago por pasajero representa, para los transportistas, un intento de salvar lo que queda del sistema, pero no será suficiente sin medidas complementarias. Insisten en que no hay manera de sostener el servicio sin una revisión tarifaria.
“Volver al pago por pasajero nos deja en el mismo problema de siempre: sin apoyo suficiente, sin condiciones para operar dignamente”, explicó uno de los empresarios.
La presión es doble: por un lado, mantener el servicio sin subir tarifas genera pérdidas; por otro, aumentar el costo al pasajero genera rechazo ciudadano. Es un escenario donde, según los transportistas, ellos quedan atrapados entre dos frentes.
Además, reprocharon al gobierno haber gastado miles de millones en un sistema que terminó siendo desechado. “Nos costó caro a todos. Y ahora empezamos de cero”.
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